Cabañuelas, tradición que se pierde

A falta de otra herramienta, agricultores de épocas remotas utilizaban solamente su sabiduría para realizar el pronóstico del clima de todo el año, a través de las cabañuelas, las cuales aun son practicadas por personas que se encuentran en constante contacto con la naturaleza.

No obstante, debido a la contaminación y el sobrecalentamiento global, los daños que ha recibido el ecosistema se reflejan en cambios climáticos constantes que hacen este método más impreciso, indicó Manuel Robles, director del Museo Regional del Valle, en San Agustín.


“Estas actividades de medir el clima, basándonos en los primeros días del año, es algo que se ha perdido con el paso de los años, pero sobrevive entre las personas que se dedican a la siembra, debido a que la sabiduría les es transmitida como herencia familiar y se encuentran en contacto directo con la naturaleza”, explicó

El sistema, consiste en la observación de los primeros 12 días del año, relacionándolos con los 12 meses en orden ascendente y a partir del día 13 en orden descendente, para terminar con el pronóstico el 24 de enero. Luego del día 25 al 30 se toman 2 meses cada 1 día en ascendente, y el día 31 se toma dos horas cada mes en descendente.

“Cada día es un mes diferente para quienes creen en la cabañuelas, hoy (ayer) corresponde al primer mes del año, mañana (hoy) sería febrero y así sucesivamente hasta llegar al 12 de enero, es decir diciembre, y luego a partir del 13 se empieza nuevamente pero por diciembre, luego el 14 es noviembre y así hasta terminar el 24 de enero”, explicó.