«Para domar a un caballo, primero hay que saber escucharlo»

Yago Baila, desde muy pequeño, ha estado enamorado del caballo y del mundo que rodea a este animal. Los abuelos de este barcelonés, uno instructor de Caballería del ejército y el otro, desde el mundo del toro, el rejoneo y las carreras, le fueron metiendo poco a poco esta afición. Sin embargo, ha sido autodidacta en la doma natural del caballo, en saber entenderlo, comprenderlo y llegar a poder comunicarse con él. Cree que hay que tratar al caballo «como a un amigo y no como a una moto que la montas y después la dejas apartada». Hoy y mañana impartirá un curso de doma natural en el Club Hípico de Murcia, en Carrascoy, a partir de las 9.30 horas.

-¿En qué consiste su trabajo?
-En la doma natural del caballo, aunque a mí no me gusta llamarle doma, sino enseñanza o aprendizaje. Utilizo la técnica de las partes ecológicas del caballo, de su forma natural. Con esto, intento enseñarle y educarlo en algunos aspectos de su comportamiento, por si tiene problemas o, por ejemplo, mejorar su rendimiento deportivo. Así, se crea una relación entre el caballo y la persona.
-¿Cómo empezó a apasionarte por los caballos?
-Desde que era muy pequeño comenzaron a gustarme, me sentía muy atraído por ellos. Además, tuve la suerte de que mi familia estaba muy vinculada al caballo. Independientemente, también he aprendido muchas cosas por mí solo. Siempre me ha gustado admirar a este animal en su libertad y conocer su lenguaje corporal.
-¿Cómo se comunican los caballos?
-A través de su lenguaje corporal. El domador natural de caballos debe conocer las señas y las posiciones que son necesarias para que, por ejemplo, esa persona pueda saber qué necesita el animal en ese momento, o qué quiere. Al usar el mismo lenguaje, el caballo se siente mejor y se entrega al domador sin ningún tipo de castigo.
-¿Es difícil enseñar a un caballo?
-No. Para enseñarle, primeramente, hay que saber escucharlo e interpretar. Muchas veces queremos enseñar al potro, pero no nos preocupamos de que el animal aprenda. También la paciencia es crucial, hay que estar tranquilos e intentar no alterarnos. Sobre todo, debemos conocer profundamente la parte natural del caballo, porque si no, muchas veces podemos malinterpretarlo.
-¿Qué va a enseñar en el Club Hípico de Murcia?
-En el curso, que comienza hoy a las 9.30 horas en el Club Hípico de Murcia, en Carrascoy, voy a enseñar qué es la doma natural, cómo lograr el liderazgo del caballo a través del respeto. Se debe tener en cuenta que el caballo no es el predador, sino la presa. Hay que saber educar al caballo sin gritarle, porque es un animal que tiene mucho miedo y ese miedo puede repercutir en el aprendizaje.
-¿Qué le enamoró del caballo?
-Me enamoró porque es un animal muy puro, con mucha belleza en la forma que tiene de moverse. También me encantó el espíritu que tiene. Te choca ver a un animal tan grande, pero que a la vez es tan delicado. Invitaría a la gente a tratar al caballo más como a un amigo que como a una moto, que simplemente la montas y la dejas apartada después. Hay que ver al caballo de una forma más espiritual y saber respetarlo.


//www.laverdad.es