Castellón será el futuro punto neurálgico de la salud y del deporte

El desarrrollo de la  capital de La Plana y su área de influencia pasa por extender un turismo «sano».
 

 La Estrategia Territorial de la Comunitat Valenciana dibuja los usos, las oportunidades y los retos a los que debe enfrentarse el territorio valenciano durante los próximos veinte años. El documento, minuciosamente elaborado por la Conselleria de Medio Ambiente, divide la Comunitat en 15 áreas funcionales.


Para la zona de Castellón, que comprende 70 municipios, se propone la creación de un «cluster» o polo de atracción de empresas, relacionadas con el deporte y la salud. La estrategia identifica el entorno de Vila-real, Burriana y Almassora, como un «espacio único para desarrollar una operación singular de gran calado e impacto sobre la actividad económica y el empleo en esta comarca». Considera que deben explotarse activos como la Ciudad Deportiva del Vila-real o el Centro de Alto Rendimiento Deportivo,   la implantación de estudios relacionados con las ciencias de la salud y la ampliación y remodelación del puerto de Burriana.

Todos estos activos permitirán desarrollar un proyecto territorial estratégico de alta cualificación con instalaciones deportivas y hoteleras de alta calidad que atraerán concentraciones de deportistas y equipos de elite para entrenamientos y recuperación de lesiones. Del mismo modo, estas infraestructuras servirán de reclamo al turismo relacionado con la salud y la estética. La Estrategia considera que este «cluster» podría ampliarse a otros espacios de la Plana Baixa como el entorno de La Vall d’Uixó- Nules- Moncofa.

Esta oferta turística debe complementarse con la conservación del territorio. El área de Castellón se caracteriza por tener un litoral con abundancia de zonas húmedas, que se complementa con un interior montañoso en el que las vías fluviales y los secanos actúan como conectores entre los diferentes ecosistemas. Para consolidar estas franjas «verdes», la Estrategia dibuja nueve corredores que deben preservarse de cualquier actuación urbanística.
Entre éstos, se contempla la unión de espacios emblemáticos como el del Parque Natural de la Sierra de Irta, con el del Prat de Cabanes y el río Millars, así como el monte Penyagolosa con el Parque Natural del Desierto de las Palmas.

La Estrategia establece un conjunto de nodos urbanos estratégicos para mejorar el acceso a los equipamientos sociales. Vila-real se define como el centro de polaridad metropolitana, La Vall d’ Uixó como complementario, Onda y L’ Alcora quedarán como puntos de atracción comercial, que se verán reforzados con la Vall d’ Alba, Albocàsser y Vilafranca.

Por último, el documento de la Generalitat advierte de que Castellón debe compensar con este tipo de actuaciones el excesivo protagonismo de los ejes de comunicación. Por ello, apuesta por un nuevo esquema de transporte público de altas prestaciones que vertebre el territorio.