«En China son más disciplinados. Aquí la gente es más alegre»

Eva Yin Dan pasará un año en Cantabria trabajando y aprendiendo. Es la responsable de todos los proyectos empresariales de empresas chinas en Cantabria. Su oficina está en las instalaciones del Grupo Sodercán que es quien le contrató.

A la inversa, un cántabro gestiona las necesidades de las empresas de la región en China. Eva Yin tuvo claro que quería estudiar español y se matriculó en la Universidad de Pekín de Estudios Internacionales. Pensaba que conociendo el idioma tendría grandes oportunidades de trabajo en España y en Lationamérica.
Entró temprano a trabajar para el Gobierno de Fujián como traductora y hace medio año tuvo la oportunidad de trasladarse a Cantabria, gracias a la firma de un convenio entre Sodercán y la Oficina de Asuntos Exteriores del Gobierno de la provincia de Fujian.
«Mi trabajo en Cantabria consiste principalmente en impulsar a las empresas de ambas partes -China y Cantabria- a instalarse en uno u otro lugar, captar inversiones y ayudar en los primeros pasos», explica.
Hay grandes diferencias entre trabajar en China y en Cantabria. Esta joven expone que «los chinos son muy disciplinados en el trabajo, aquí en Cantabria la gente es más alegre. Sonríe más».
En Sodercán «se trabaja mucho para contribuir al desarrollo de la industria cántabra y apoyar en la medida de lo posible a las empresas que quieren buscar nuevos mercados y salir de España». Sin embargo, «este trabajo se realiza con una sonrisa», dice esta joven de 26 años.
Antes de que termine este año volverá a China, a su oficina de trabajo y confía en seguir trabajando con empresas ya que es un mundo que ha descubierto y que considera apasionante. Afirma que el trabajo aprendido en este tiempo le permitirá seguir en su país apoyando las relaciones comerciales y económicas entre España y China. Confía en seguir colaborando con el Grupo Sodercán que anualmente realiza dos misiones comerciales al país asiático. De España ya conoce además de Santander, Madrid, Barcelona y Oviedo. «Es un país atractivo», dice.