El limonero sitúa a Alicante como ‘sumidero anticontaminación’

ASAJA ALICANTE- La concentración de gases en la atmósfera se ha disparado en el último siglo. En concreto, investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CISC) cifran este aumento en un 30%. Las consecuencias de este hecho han sido nefastas. La propia naturaleza encuentra muchas limitaciones para regular los niveles de contaminación debido a su elevada prevalencia.

Entre los gases, el CO2 cobra especial relevancia debido a que permanece activo en la atmósfera durante mucho tiempo. Así, por ejemplo, el 50% del CO2 emitido a la atmósfera tardará 30 años en descomponerse, el 30% resistirá varios siglos y el 20% restante no se extinguirá hasta que no transcurran milenios.

El medio ambiente, para eliminar el CO2, utiliza un recurso natural fundamental, las plantas y árboles, que tienen la capacidad de captar este gas cuando se encuentra en la atmósfera mediante procesos fotosintéticos. Al respecto, cobra especial relevancia el limón. Investigadores del CSIC han descubierto que se encuentra entre las especies que tienen una mayor capacidad de absorción del nefasto gas, principalmente a partir de los 15 años de maduración.

Un árbol de estas características es capaz de eliminar 106.933 gramos de CO2 al año, frente a otras especies, como, por ejemplo, el melocotonero, que retendría y transformaría en biomasa y O2 49.771 gramos de CO2 al año.

La provincia de Alicante se ha consolidado como la segunda provincia española en producción de limón. Además, estiman que concentra el 90% de toda la producción autonómica. Se constituye también, por tanto, como uno de los sumideros de CO2 más importantes del territorio nacional. En concreto, las plantaciones se extienden por 10.797 hectáreas, la mayoría (9.799), se encuentran en la comarca de la Vega Baja.

Con estas cifras se estima que los limoneros alicantinos absorben una cantidad nada depreciable de CO2 al año (461.822.240 kilogramos). El naranjo también actúa como un importante ‘árbol anticontaminación’. En concreto, un ejemplar es capaz de absorber 49.345 gramos de CO2 al año. En Alicante hay 16.801 hectáreas de superficie dedicada a este representativo cultivo, por lo que, se estima que las plantaciones eliminan anualmente 2.688.160 kilogramos de CO2.

El mandarino tampoco se queda corto. La citada investigación defiende que absorbe al año 31.101 gramos de CO2. En nuestra provincia la superficie dedicada a este cultivo ocupa 7. 237 hectáreas, por lo que, al año, la plantación acaba con 1.157.920 kilogramos.

Estos beneficios medioambientales, se suman a otros muchos que aportan los cítricos. Entre éstos destaca su capacidad antioxidante y la ayuda que aportan para prevenir determinadas enfermedades como el cáncer.

Otros árboles
Hay otros árboles que también actúan como potentes sumideros de CO2. Uno de ellos es el albaricoquero, que asimila al año 84.498 gramos de CO2. En Alicante hay 210 hectáreas de este cultivo, que absorben 10.139 kilogramos de gas cada año.

En cuanto al melocotonero, su capacidad de absorción supera los 49.770 gramos de CO2. En la provincia las plantaciones ocupan 1.763 hectáreas. Por lo tanto, al año, los melocotoneros alicantinos acaban con 10.529.552 kilogramos de CO2.

La uva de mesa también actúa como un potente ‘anticontaminante’, ya que un solo árbol acaba al año con 23.315 gramos de CO2. En total, las extensiones de este prestigioso cultivo se esparcen por 7.700 hectáreas. Anualmente, eliminan 71.810.200 kilogramos de CO2.

Las hortalizas
La alcachofa se consolida como una de las plantas más potentes en lo que se refiere a la absorción de CO2. Es capaz de acabar al año con 1.854 gramos. En la provincia hay 1.835 hectáreas de este cultivo, que eliminan de la atmósfera 2.126.306 kilogramos de CO2.

El tomate también consume una importante cantidad (1.590 gramos al año). En Alicante hay 608 hectáreas de tomates, que absorben 386.688 kilogramos. En el extremo opuesto se encuentra, por ejemplo, la lechuga, que sólo acaba con 129,8 gramos de CO2 al año. En total, las lechugas de Alicante ocupan 1.206 hectáreas, por lo que la cantidad anual de absorción de CO2 se estima en 97.836 kilogramos.