El Centro de Investigación de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes es ya una realidad. Un laboratorio que cuenta con la más alta acreditación en bioseguridad. La Universidad de Zaragoza se coloca, por investigadores e instalaciones, en la primera línea internacional, algo que la acerca a la excelencia pretendida por rectorado y Gobierno de Aragón. Una infraestructura, inaugurada ayer por la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia y ubicada en la Facultad de Veterinaria.
El director del centro, Juan José Badiola, visiblemente satisfecho por el resultado de años y años de trabajo, explicó a la ministra cómo se ha pasado de trabajar en un laboratorio de apenas unos metros cuadrados a materializar este edificio.
El relieve adquirido por él mismo y su grupo de investigación con los casos de vacas locas le ha valido a la Universidad de Zaragoza contar con una instalación de referencia en todos aquellos trabajos científicos que requieran un alto grado de seguridad en el campo de la biología, la biomedicina o las ciencias veterinarias.
En este centro se han invertido 5,2 millones de euros, aportados por el el Gobierno de Aragón --2,1 millones de euros--; el Gobierno central --1,5 millones de euros-- y el Fondo Social Europeo de Desarrollo Regional --1,6 millones de euros. "La crisis de las vacas locas, que marcó un antes y un después en la seguridad alimentaria fue también el punto de inicio de esta instalación, que es una obra colectiva", dijo Badiola.
ENFERMEDADES INFECCIOSAS
Los 17 profesionales, liderados por Badiola, que trabajan diariamente en esta instalación no solo siguen diversas líneas de investigación, sino que diagnostican muestras animales que les llegan de diferentes puntos del país.
Un centro puntero para los avances en nuevas enfermedades infecciosas que pueden proceder tanto del ámbito humano como animal.
El rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López, destacó el valor "incalculable" que supone un centro de estas características en "un mundo globalizado en el que, seguro, seguirán apareciendo nuevas enfermedad fruto del contacto entre hombres y animales", subrayó.
Para conocerlas mejor y encontrar vías para atajarlas se ha creado este laboratorio.
En este sentido, la ministra Garmendia resaltó que "el papel de la ciencia es cada vez más importante porque mejora la salud y la calidad de vida de los ciudadanos, al evitar situaciones de riesgo".
La asignatura pendiente sigue siendo, admitió la titular de Ciencia e Innovación, transmitir con eficacia los resultados de las investigaciones.
El centro de bioseguridad es ya referencia nacional de excelencia
Etiquetas: Ciencia |
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