Damos la bienvenida a la primavera pueblos eslovacos

En algunos pueblos eslovacos la llegada de la primavera está acompaňada de diversas costumbres y tradiciones. El pasado fin de semana en varios rincones del país desempolvaron antiguas tradiciones para brindarle una hermosa bienvenida a la estación entrante. Se sacó la llamada „Morena“, muňeca grande producida de varios materiales naturales que suele representar al invierno y que era quemada o echada a los ríos, dependiendo de cada concreta población de qué manera decidían eliminarla. En la periferia de la capital Bratislava, en el pueblo de Vajnory llaman a esta muňeca Kyselica.

Por la maňana los niňos acompaňaron al invierno que, tanto si quería como si no, tuvo que marcharse y ceder su puesto a la primavera. Este aňo la muňeca, que nosotros llamamos Kyselica, estaba hecha de paja y heno, y era de tamaňo medio, del tamaňo de una persona. La vestimos de traje de novia, muy bonito. Y como que la primavera ya estaba aquí, tuvimos que despedirnos de la muňeca Morena, por la tarde le concedimos aún un paseo por el pueblo, le cantamos que era una machaca, malmandada, holgazana. Al final nos deshicimos de ella lanzandola al riachuelo que pasaba por detrás del pueblo. Y así fue. La primavera ya está aquí. A veces pasa también que echamos a Kyselica pero después la primavera igualmente no quiere llegar. Hay que tener paciencia.

Kyselica guapa, tan preciosa para todos, todos te están mirando porque tienes una falda muy fruncida. Las mangas abombadas, bordadas con hilo dorado. En la cabeza tienes una cofia con una pluma por delante. Porque eres mona, y el trabajo no te gusta, eres una holgazana y además una desobediente, te quitamos la belleza y te echamos al riachuelo. Vete con el agua, porque no nos ocasionabas más que perjuicios. Kyselica acida, no nos quiso obedecer, por eso la condenamos y ya no la queremos más.

Ladislava Hudzovičová, RSI