El Moha Sangkran vaticina un año de violencia y desastres en Camboya

"Habrá agitación política, guerra, se matarán los unos a los otros y muchas personas se verán separadas de sus familiares", predice el almanaque oficial para los próximos doce meses, que estarán bajos los auspicios del Tigre.

La agricultura, pilar todavía de la economía nacional y único sustento de muchas familias, verá restringida su cosecha a la mitad durante este periodo, según el Moha Sangkran.

Descenderán las temperaturas y el país sufrirá inundaciones causadas por los tifones y temporales tropicales, pero este será un periodo propicio para los emprendedores y los negocios.

"Todas estas circunstancias sucederán, aunque también se pueden prevenir. Sabiendo que va a pasar, las personas pueden prepararse para ello", indicó a Efe Im Borin, el astrólogo del Ministerio de Culto y Religión que elabora este calendario desde 1998.

Im dio fe de la fiabilidad de su método y aseguró que sus pronósticos "se cumplen" en su mayoría, incluido el asalto que el grupo paramilitar Cambodian Freedom Fighters hizo al Ministerio de Defensa.

El año pasado, el del Buey, Moha Sangkran vino cargado de malos augurios: sufrimiento, caos social, cosechas escasas, hambruna y grandes inundaciones.

Fue el año del tifón Ketsana, la peor catástrofe natural que ha vivido el país en años, que causó 40 muertos y daños valorados en 130 millones de dólares.

Para hacer sus predicciones el astrólogo utiliza viejos manuscritos camboyanos, laosianos y tailandeses de los cuales obtiene unos datos que introduce en fórmulas matemáticas, en un método que sintetiza tradición india y china.

"No hay que alarmarse por las predicciones, son sólo el resultado de un cálculo y de lo que dicen viejos manuscritos", mantiene Im.

"Que se pronostique una guerra no significa que vaya a haberla.

Los significados son mucho más amplios. Puede ser que haya confrontación y discusiones políticas", explica el astrólogo, quien a pesar del catastrofismo vaticinado para este año se declara "no muy preocupado".

La fiabilidad de los cálculos de Im no son compartidos por todos los miembros del Gobierno.

"Cada año predice lo mismo pero en realidad nunca sucede. Las cosechas dependen de los campesinos y sus técnicas de trabajo", afirma el ministro camboyano de Agricultura, Chan Sarun, quien prevé un aumento de la producción en 2010.

El astrólogo no se desanima con las críticas y comenta sobre este ministro: "Cada año me pide mis pronósticos para comparar resultados y al final resulta que estos son muy parecidos".

La mayoría de población camboyana, profundamente supersticiosa, que vive cargada de amuletos y que ante una decisión importante consulta a videntes o astrólogos, se toma muy en serio el Moha Snagkran.

"La gente cree en él porque es parte de nuestro sistema tradicional de creencias", apunta el secretario de Estado del Ministerio de Culto y Religión, Chorn Lem, sobre un calendario que incluye la previsión para cada persona en función de su año de nacimiento.

"Soy del año del gallo y para este el calendario me dice que voy a tener muy mala suerte y que voy a sufrir una pérdida o una grave enfermedad", dice Sokny, técnico del Instituto Budista.

Los malos augurios no desalientan al técnico que explica que el almanaque incluye un conjunto de recetas para mitigar los efectos que le deparan los astros.

"Me dice que me contenga a la hora de hablar y que sea bueno con mis enemigos", reconoce Sokny, quien se declara dividido entre creencia y escepticismo. EFE