Las tradiciones del poblado Tulčík

En el poblado de Tulčík, las costumbres de Semana Santa se conservan en gran medida, gracias al grupo de bailes folclóricos Kaplička, dirigido por la Sra. María Frimerová. En Tulčík hay un grupo de teatro, otro de baile, los jubilados tienen también su agrupación.

Pero cómo ha sido posible mantener tanto tiempo viva las tradiciones culturales en este? A la pregunta responde la Sra. Frimerová: ”Hace muchos, muchos aňos los instructores que había en la ciudad le inculcaban a sus discípulos el amor a las tradiciones culturales y hoy en día esos alumnos están transmitiendo los mismos ideales a las nuevas generaciones.

” Acerca de las costumbres de Semana Santa, nuestra entrevistada alega: ”La celebración de la Pascua aquí comienza el viernes, con la vigilia del viernes de Cuaresma y culmina con una procesión y la celebración de la misa de viernes santo.

Al día siguiente, el sábado santo, las mujeres preparan la comida típica para esta ocasión, los padres van con los hijos a la iglesia, El domingo de resurrección, por la maňana bien temprano, las muchachas vestidas muy elegante llevan la comida a la iglesia para que el cura le de la bendición. Este día es sagrado, toda la familia descansa en casa y se prepara para el lunes.” Martin Frimer, uno de los músicos de grupo describe las costumbres del lunes con las siguientes palabras: ”En cada celebración, ya sea la Navidad, una boda o la Pascua, cojo el acordeón y animo con la música la fiesta. La gente lo disfruta mucho. Me alegra que esta tradición se conserva de generación en generación. El lunes que prosigue el domingo de resurrección nos unimos los jóvenes con un acordeón, violines y otro instrumento y recorremos todo el pueblo, de casa en casa, tocando melodías y al mismo tiempo que les arrojamos agua a las mujeres. Lo más bonito es que las chicas no se enfadan con nosotros y nos invitan a que pasemos a la casa, donde nos brindan pasteles y bebida. Tratamos de beber lo menos posible para poder hacer todo el recorrido.”

Y qué opinan las muchachas en cuanto a esto. Escuchemos lo que dicen.

”Nos sentiríamos mal si los chicos no pasaran por nuestra casa. Esta es una costumbre del oriente del país, una tradición que nos gusta y queremos que se mantenga.”

Maria Mangova, RSI