La isla de Socotra, en el océano Índico, es un territorio que ha permanecido alejado del resto del mundo y ha mantenido una fauna y una flora única.
Escrito en el s.I de nuestra era, el Periplus Maris Erythraei es una descripción de las rutas comerciales marítimas alrededor del Índico, desde Egipto por la costa africana hacia Tanzania y por la costa asiática hacia la India. En esta relación se habla de la isla Dioscorida, "grande y desértica", con ríos con cocodrilos y todo tipo de tortugas. También cuenta que produce cinabrio, "que se recoge en gotas de los árboles".
Este cinabrio, evidentemente, no es el mineral compuesto por mercurio, sino la "sangre de dragón", la resina de la Dracaena cinnabari, una de las poquísimas resinas rojas del mundo, y que hace siglos era un bien muy preciado que se utilizaba como tinte, barniz y hasta para tratar ciertas enfermedades.
Ésta extraña Dioscorida es Socotra, una isla yemení del tamaño de Mallorca que aparece en el Índico, al sur de la península Arábiga. Un lugar remoto que, aunque habitado desde hace 3.000 años, ha estado prácticamente aislada del resto del mundo hasta tiempos muy recientes. Una de las razones de este aislamiento son los monzones que impiden el acceso por mar entre junio y septiembre.
A pesar de que ahora se llega fácilmente en avión desde Sanaa, la capital de Yemen, Socotra permanece como una tierra lejana y enigmática, con una flora inusual de la que el árbol de la sangre de dragón (una Dracaena, como el drago de Canarias, que a pesar de su porte y su nombre no es un árbol) es su representante más conocido. Más de un tercio de las 825 especies de plantas son endémicas, igual que el 90% de los reptiles, lo que de alguna manera le ha dado el sobrenombre de las Galápagos del Índico y ha contribuido a que la Unesco la incluya en la lista del Patrimonio Mundial.
Kilómetros de playas intactas, sólo visitadas por los pescadores que vuelven con su carga de tiburones o de peces color naranja.
Desde la costa se distinguen los picos de Haggeher, unos pitones ígneos que parecen guardar un mundo perdido en las alturas. Y así es. Una carretera de moderna construcción -hace 10 años no había ni un kilómetro de asfalto en Socotra- permite atravesar la isla y adentrarse en las montañas, pero pronto hay que abandonarla para partir en busca de los tesoros escondidos. En cuanto se gana altura empieza a aparecer esta flora insólita que parece un museo de plantas arcaicas. Algo más propio de un sueño.
La mitad de las especies que surgen en estas montañas son endémicas, no sólo el árbol de sangre de dragón, sino también otras plantas suculentas como la rosa del desierto (Adenium obesum sokotranum), la higuera de Socotra (Dorstenia gigas) o el árbol pepino (Dendrosicyos socotranum), la única cucurbitácea que crece como un árbol. También aparecen especies que han sido utilizadas desde la antigüedad por sus efectos medicinales o aromáticos, como el aloe y el incienso. El macizo de Haggeher está surcado por estrechos valles por los que corren riachuelos estacionales que forman pozas de intenso color esmeralda.
El paisaje extraño de Socotra se completa con grandes grutas escondidas en los farallones verticales, campos de dunas que brillan bajo el sol, y kilómetros de playas intactas, sólo visitadas por los pescadores que vuelven con su carga de tiburones o de peces color naranja. Al oeste de la isla, cerca de Qalansia, rodeada de farallones, se esconde la playa de Ditwa, una de las más hermosas y solitarias del mundo, pura arena blanca que rodea una laguna.
CÓMO IR
Turkish Airlines vuela desde Madrid y Barcelona a Sanaa vía Estambul. Desde Sanaa hay vuelos a Socotra, vía Mukalla, con Felix Airways.
DÓNDE DORMIR Y CÓMO MOVERSE
En la isla hay cuatro o cinco hoteles, y todos en Hadibu, la capital. Probablemente la mejor opción es Summerland Hotel (summerland@yemen.net.ye), que ofrece excursiones por la isla y submarinismo. Para recorrer la isla es necesario disponer de un vehículo todo terreno, que se puede alquilar al llegar. Para tenerlo todo bien organizado, es mejor contactar con una empresa yemení como UTC.
MÁS
En la calle principal de Hadibu se encuentra la tienda de la Women's Association, donde venden artesanía y sangre de dragón.
ÁNGEL M. BERMEJO Madrid
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La isla de la sangre del dragón
Etiquetas: África, India, Información, Isla, naturaleza, Noticias Generales | author: BuscadorPosts Relacionados:
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