La información automática que procede de nuestros teléfonos móviles (ubicación, tiempo de la llamada, cercanía de nuestro interlocutor) puede suponer un valioso instrumento a la hora de dilucidar quiénes son nuestros amigos, la composición de las redes sociales a las que pertenecemos e, incluso, nuestro grado de satisfacción laboral, según un pequeño estudio publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Siciences' (PNAS) .
Los autores de la investigación, Nathan Eagle, Alex Pentland y David Lazer, que desarrollan su trabajo en el Instituto de Santa Fé, el Instituto Tecnológico de Massachussets y el Departamento de Ciencias Políticas e Informáticas de la Northeastern University, todos en EEUU, decidieron llevar a cabo esta investigación para analizar si, basándose en mediciones objetivas de proximidad física, lugar en el que se producen las interacciones y tiempo, se pueden predecir las relaciones de amistad con las que un individuo cree contar.
El equipo decidió inclinarse por este método al considerar que, durante mucho tiempo, para evaluar las relaciones y redes sociales de los individuos se había dependido únicamente de la información que proporcionaban los propios interesados acerca de sus relaciones interpersonales, lo que resultaba un sistema de trabajo que requería mucho tiempo y resultaba poco fiable.
Los científicos contaron con el apoyo de 94 profesores y estudiantes de una importante institución dedicada a la investigación, que utilizaron durante nueve meses teléfonos móviles dotados de un software que grababa información sobre las llamadas y los mensajes de texto y la proximidad física (mediante tecnología Bluetooth) del usuario respecto a sus 'contactos'.
Todos estos datos fueron enviados a los investigadores, que los evaluaron y los confrontaron posteriormente con la información que los propios interesados habían proporcionado acerca de quiénes consideraban como sus amigos en una encuesta. De esta forma, al analizar la cercanía entre los interlocutores y los patrones de llamada se predijo, con un 95% de aciertos, quiénes eran los amigos de los 'investigados'.
Instrumento para medir la integración laboral
Para los autores, la información emitida por los teléfonos móviles constituyó una fuente de datos más grande y, en ocasiones, más fiable que la proporcionada por los propios interesados, especialmente en lo referido al tiempo que pasaban cerca los interlocutores. Además, gracias a estos datos se pudo estudiar la evolución de las relaciones a lo largo del año académico y averiguar el grado de integración social y satisfacción de la persona en el trabajo, ya que uno de los hallazgos más interesantes fue que quienes tenían amigos en el lugar de trabajo disfrutaban de una mayor satisfacción laboral, mientras que los que realizaban llamadas a sus allegados mientras trabajaban mostraban un mayor grado de insatisfacción, tal y como confirmaron los individuos en las encuestas.
Según Eagle y sus colegas, aunque la recopilación de estos datos pondría de manifiesto problemas de privacidad importantes que deberían ser tenidos en cuenta, su potencial papel a la hora de alcanzar importantes objetivos sociales es considerable. Además, defienden que la utilización de datos extraídos automáticamente de los teléfonos móviles en el estudio de las relaciones sociales puede suponer una alternativa a la información que aportan los propios individuos y serviría de complemento a los estudios basados únicamente en la observación de comportamiento.
No obstante, los investigadores reconocen que los resultados obtenidos en este trabajo están muy influidos por el medio en el que se ha desarrollado y consideran que la siguiente cuestión clave a responder es cuánto pueden variar estos patrones según el contexto en el que se desarrollen.
Los autores de la investigación, Nathan Eagle, Alex Pentland y David Lazer, que desarrollan su trabajo en el Instituto de Santa Fé, el Instituto Tecnológico de Massachussets y el Departamento de Ciencias Políticas e Informáticas de la Northeastern University, todos en EEUU, decidieron llevar a cabo esta investigación para analizar si, basándose en mediciones objetivas de proximidad física, lugar en el que se producen las interacciones y tiempo, se pueden predecir las relaciones de amistad con las que un individuo cree contar.
El equipo decidió inclinarse por este método al considerar que, durante mucho tiempo, para evaluar las relaciones y redes sociales de los individuos se había dependido únicamente de la información que proporcionaban los propios interesados acerca de sus relaciones interpersonales, lo que resultaba un sistema de trabajo que requería mucho tiempo y resultaba poco fiable.
Los científicos contaron con el apoyo de 94 profesores y estudiantes de una importante institución dedicada a la investigación, que utilizaron durante nueve meses teléfonos móviles dotados de un software que grababa información sobre las llamadas y los mensajes de texto y la proximidad física (mediante tecnología Bluetooth) del usuario respecto a sus 'contactos'.
Todos estos datos fueron enviados a los investigadores, que los evaluaron y los confrontaron posteriormente con la información que los propios interesados habían proporcionado acerca de quiénes consideraban como sus amigos en una encuesta. De esta forma, al analizar la cercanía entre los interlocutores y los patrones de llamada se predijo, con un 95% de aciertos, quiénes eran los amigos de los 'investigados'.
Instrumento para medir la integración laboral
Para los autores, la información emitida por los teléfonos móviles constituyó una fuente de datos más grande y, en ocasiones, más fiable que la proporcionada por los propios interesados, especialmente en lo referido al tiempo que pasaban cerca los interlocutores. Además, gracias a estos datos se pudo estudiar la evolución de las relaciones a lo largo del año académico y averiguar el grado de integración social y satisfacción de la persona en el trabajo, ya que uno de los hallazgos más interesantes fue que quienes tenían amigos en el lugar de trabajo disfrutaban de una mayor satisfacción laboral, mientras que los que realizaban llamadas a sus allegados mientras trabajaban mostraban un mayor grado de insatisfacción, tal y como confirmaron los individuos en las encuestas.
Según Eagle y sus colegas, aunque la recopilación de estos datos pondría de manifiesto problemas de privacidad importantes que deberían ser tenidos en cuenta, su potencial papel a la hora de alcanzar importantes objetivos sociales es considerable. Además, defienden que la utilización de datos extraídos automáticamente de los teléfonos móviles en el estudio de las relaciones sociales puede suponer una alternativa a la información que aportan los propios individuos y serviría de complemento a los estudios basados únicamente en la observación de comportamiento.
No obstante, los investigadores reconocen que los resultados obtenidos en este trabajo están muy influidos por el medio en el que se ha desarrollado y consideran que la siguiente cuestión clave a responder es cuánto pueden variar estos patrones según el contexto en el que se desarrollen.
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