"Estamos claramente en una fase de estabilización" y, por lo tanto, "es demasiado pronto para revisar nuestras previsiones", declara Lagarde en una entrevista al diario "Le Figaro", en la que precisa que "mantengo el esquema de salida de la crisis definitiva a mediados de 2010".
"Si empezamos antes (la recuperación), mejor", prosigue la responsable del Gobierno francés, antes de subrayar que la clave está en relanzar la inversión privada.
En su opinión, también hay que mantener la presión sobre los bancos, con cuyos representantes se reunirá Lagarde el próximo 24, un día antes de que los reciba el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para abordar, entre otras cuestiones, el pago de bonificaciones millonarias a los directivos de entidades que reciben ayudas estatales para superar la crisis.
Ahora, dijo, "nuestra preocupación esencial" es el paro, aunque el Instituto Nacional de Estadísticas (INSEE) anunció hoy que se atenuó la degradación del mercado laboral en el segundo trimestre del año, periodo en el que se destruyeron 74.100 puestos de trabajo, un 0,5 menos que en el trimestre anterior.
No obstante, Lagarde advierte de que "no hay que esperar milagros a corto plazo" en este ámbito y adelanta que, pese al buen dato del segundo trimestre, "las pérdidas de empleo en el conjunto del año serán apreciables".
"Si empezamos antes (la recuperación), mejor", prosigue la responsable del Gobierno francés, antes de subrayar que la clave está en relanzar la inversión privada.
En su opinión, también hay que mantener la presión sobre los bancos, con cuyos representantes se reunirá Lagarde el próximo 24, un día antes de que los reciba el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para abordar, entre otras cuestiones, el pago de bonificaciones millonarias a los directivos de entidades que reciben ayudas estatales para superar la crisis.
Ahora, dijo, "nuestra preocupación esencial" es el paro, aunque el Instituto Nacional de Estadísticas (INSEE) anunció hoy que se atenuó la degradación del mercado laboral en el segundo trimestre del año, periodo en el que se destruyeron 74.100 puestos de trabajo, un 0,5 menos que en el trimestre anterior.
No obstante, Lagarde advierte de que "no hay que esperar milagros a corto plazo" en este ámbito y adelanta que, pese al buen dato del segundo trimestre, "las pérdidas de empleo en el conjunto del año serán apreciables".
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