Venus pudo ser en su día más parecido a la Tierra, con un océano y un sistema de placas tectónicas que dio lugar a la formación de continentes, según el primer mapa del hemisferio sur de ese planeta realizado con las cámaras infrarrojas de la nave Venus Express.
El mapa es el resultado de más de mil imágenes tomadas entre mayo de 2006 y diciembre de 2007 por equipos infrarrojos que permiten ver a través de las densas nubes que cubren Venus, según la Agencia Espacial Europea (ESA).
Aunque en el pasado se han utilizado sistemas de radar para obtener mapas de alta resolución de la superficie de Venus, esta es la primera vez que se obtiene un mapa que indica cuál podría ser la composición química de las rocas.
Los nuevos datos son compatibles con las sospechas de que las dos mesetas montañosas de Venus son antiguos continentes producidos por una actividad volcánica, que en su día estuvieron rodeados de océano.
"No es una prueba, pero es compatible. Todo lo que podemos decir de momento es que las rocas de la meseta parecen distintas de las halladas en otros lugares", afirma en una nota de la ESA el científico alemán Nils Müller, quien dirigió los trabajos cartográficos.
Las ocho sondas rusas enviadas a Venus en las décadas de 1970 y 1980 se posaron lejos de estas zonas montañosas y encontraron solo rocas de tipo basáltico.
El nuevo mapa muestra que las rocas de las mesetas de Phoebe y Alpha Regio son de un color más claro y parecen más antiguas en comparación con la mayor parte del planeta. En la Tierra estas rocas de color claro son habitualmente de granito y forman los continentes.
El granito se forma cuando rocas antiguas compuestas de basalto se hunden por el movimiento de los continentes, en un proceso conocido como la tectónica de placas.
En presencia de agua, el basalto se funde y se transforma en granito, menos denso y que termina subiendo hacia la superficie generando una corteza continental estable.
Hasta ahora no se tiene constancia de la existencia de granito salvo en la Tierra. "Si hay granito en Venus, debió existir un océano y una tectónica de placas en el pasado", según Müller.
En opinión del científico, la única manera de tener la certeza de que las dos mesetas de Venus son continentes será enviando una sonda a esas zonas. Aunque el agua de Venus ha desaparecido, aún puede haber actividad volcánica, señala.
"Venus es un planeta grande, calentado por elementos radiactivos en su interior. Debe tener la misma actividad volcánica que la Tierra", afirma Müller.
De hecho, algunas zonas de Venus parecen estar compuestas de rocas más oscuras, lo que sugiere erupciones de lava relativamente recientes.
El mapa proporciona a los astrónomos una nueva herramienta para entender por qué Venus es tan similar en tamaño a la Tierra y sin embargo ha evolucionado de forma tan distinta, señala la ESA.
La nave Venus Express fue lanzada el 9 de noviembre de 2005 y tardó 155 días en alcanzar su órbita operativa.
El mapa es el resultado de más de mil imágenes tomadas entre mayo de 2006 y diciembre de 2007 por equipos infrarrojos que permiten ver a través de las densas nubes que cubren Venus, según la Agencia Espacial Europea (ESA).
Aunque en el pasado se han utilizado sistemas de radar para obtener mapas de alta resolución de la superficie de Venus, esta es la primera vez que se obtiene un mapa que indica cuál podría ser la composición química de las rocas.
Los nuevos datos son compatibles con las sospechas de que las dos mesetas montañosas de Venus son antiguos continentes producidos por una actividad volcánica, que en su día estuvieron rodeados de océano.
"No es una prueba, pero es compatible. Todo lo que podemos decir de momento es que las rocas de la meseta parecen distintas de las halladas en otros lugares", afirma en una nota de la ESA el científico alemán Nils Müller, quien dirigió los trabajos cartográficos.
Las ocho sondas rusas enviadas a Venus en las décadas de 1970 y 1980 se posaron lejos de estas zonas montañosas y encontraron solo rocas de tipo basáltico.
El nuevo mapa muestra que las rocas de las mesetas de Phoebe y Alpha Regio son de un color más claro y parecen más antiguas en comparación con la mayor parte del planeta. En la Tierra estas rocas de color claro son habitualmente de granito y forman los continentes.
El granito se forma cuando rocas antiguas compuestas de basalto se hunden por el movimiento de los continentes, en un proceso conocido como la tectónica de placas.
En presencia de agua, el basalto se funde y se transforma en granito, menos denso y que termina subiendo hacia la superficie generando una corteza continental estable.
Hasta ahora no se tiene constancia de la existencia de granito salvo en la Tierra. "Si hay granito en Venus, debió existir un océano y una tectónica de placas en el pasado", según Müller.
En opinión del científico, la única manera de tener la certeza de que las dos mesetas de Venus son continentes será enviando una sonda a esas zonas. Aunque el agua de Venus ha desaparecido, aún puede haber actividad volcánica, señala.
"Venus es un planeta grande, calentado por elementos radiactivos en su interior. Debe tener la misma actividad volcánica que la Tierra", afirma Müller.
De hecho, algunas zonas de Venus parecen estar compuestas de rocas más oscuras, lo que sugiere erupciones de lava relativamente recientes.
El mapa proporciona a los astrónomos una nueva herramienta para entender por qué Venus es tan similar en tamaño a la Tierra y sin embargo ha evolucionado de forma tan distinta, señala la ESA.
La nave Venus Express fue lanzada el 9 de noviembre de 2005 y tardó 155 días en alcanzar su órbita operativa.
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