Bonito, barato y... asiático

Muchos se preguntaron el año pasado si el Tata Nano era real. La versión básica del producto estrella de la multinacional india cuesta 100.000 rupias (20.000 más si sumamos los impuestos), unos 1.600 euros, y es uno de los automóviles que menos combustible consume en India.

«No sólo es barato el coche, sino que también lo es su uso. Con un litro de gasolina recorre 23 kilómetros», afirma Debasis Ray, director de comunicación de la marca.

«El coche no es una maravilla de la ciencia, pero el mérito reside en poner esa tecnología al servicio de casi todo el mundo», explica.
Y existe un gran mercado en esa dirección.

Lo demuestra la rápida respuesta por parte de otras empresas de India, un país que parece especializarse en vehículos extremadamente económicos. Para no perder comba, la alianza entre la firma francesa Renault y la japonesa Nissan ya ha anunciado el desarrollo de otro coche de bajo coste, que competirá con el Nano del grupo indio Tata Motors.

Una vez más, lo harán de la mano de otra marca local, Bajaj, que lanzará su modelo Lite en 2011.
Tata tiene en mente introducir el Nano en los mercados más maduros. Es posible que llegue a Europa y Estados Unidos en dos años, pero lo hará cumpliendo la normativa de seguridad, y eso elevará su precio hasta cerca de los 4.000 euros. «Aún así continúa siendo muy competitivo, y consideramos que puede encontrar un gran mercado entre la población joven y como segundo vehículo», apunta Ray.
Mientras tanto, en China también se ponen las pilas. Pero en sentido literal. La marca BYD tiene previsto lanzar este mismo año, en el mercado estadounidense, el primer automóvil completamente eléctrico, el E6. Es una muestra más de que Asia está tomando la iniciativa que parecen haber perdido las marcas occidentales. «Tienen el mercado y la capacidad para explotarlo, y ganas de competir no les faltan», reconoce Alberto Moreno, director en Asia de Gestamp.