La cultura se rinde al ocio en Bilbao

En línea con la reforma proyectada en el antiguo cine Coliseo Albia, la iniciativa privada vuelve a reinventar Bilbao de la mano de la cultura. Al igual que en el emblemático edificio de Alameda de Urquijo, que acogerá la nueva sede del casino y un hotel de cuatro estrellas gestionado por la firma Sercotel, otra alianza empresarial, suscrita en este caso por la compañía propietaria del Ayala y la cadena de gimnasios Up Quality Fitness Clubs, impulsa la restauración del último teatro privado operativo en el País Vasco tras algo más de dos décadas de actividad.


La reforma integral del equipamiento de Manuel Allende confirma la vitalidad y atracción de la ciudad como foco de negocios de tiempo libre y descanso incluso en momentos de compleja dificultad económica. Esta intervención subraya también la apuesta por la recuperación y transformación de históricos inmuebles del centro de Bilbao en desuso durante los últimos años.


La sala vivió sus mayores momentos de gloria de la mano de artistas de la talla de Arturo Fernández, Manuel Galiana y Concha Velasco y de dramaturgos como Antonio Gala, que hizo del Ayala su teatro fetiche al elegirlo para estrenar casi todas sus obras. Tras ser pasto de las llamas en 1983, volverá a ponerse en forma. Reabrirá sus puertas a finales del próximo verano, previsiblemente en septiembre. Lo hará con un espectacular proyecto cuidado «al detalle» que combina la salud, la belleza y el deporte.
El club mantendrá la estructura original del Ayala, inaugurado en 1945 y acomodado en uno de los emplazamientos más privilegiados de la villa. A tiro de piedra de las áreas más céntricas, tan sólo se ha demolido su anfiteatro. Respeta, por el contrario, la peculiar bóveda-arco que cubría el escenario y su original vestíbulo, lo que refuerza el estilo y la singularidad del inmueble, sito en el corazón de Indautxu y encajonado en una enorme manzana residencial.


Seis millones de euros


El recinto, que sucumbió a la competencia pública del Arriaga y el Palacio Euskalduna, conecta Manuel Allende y Doctor Areilza gracias a sus 4.000 metros cuadrados de superficie. Se ha readaptado a los nuevos tiempos con una inyección económica superior a los seis millones de euros. «Cambian los tiempos, cambian las maneras de ocio», subrayan los promotores. La cultura se rinde, definitivamente, al ocio con la puesta en marcha de Up Bilbao ((www.upbilbao.com).


Las obras de reforma, que se iniciaron en junio del año pasado, se encuentran ahora mismo «en el tramo final» y trasladan una atmósfera especial merced a la «intercomunicación visual» que garantiza en todo momento «y desde cualquier punto» del edificio una visión conjunta de las instalaciones.


No se trataba de hacer «cajas aisladas», con pasillos, escaleras y ascensores, «generadoras de ambientes fríos y aislados», advierten los responsables, sino de armonizar e «integrar» las dependencias con la utilización de materiales cálidos, como madera de castaño, piedras calizas, pizarras pulidas, vidrios ahumados y sorprendentes sistemas de iluminación, colores «e incluso aromas».


Como en el Caribe


La pieza más espectacular del club se emplazará en el antiguo patio de butacas, que respeta su altura original -16 metros de altura- para dar cabida a la zona de aguas, con el funcionamiento de dos espectaculares piscinas, una dedicada a la natación y otra a la relajación. Esta última contará con numerosos efectos termolúdicos como chorros cervicales, cascadas, camas de agua, jacuzzis y chorros de suelo y de pared. Las piscinas dispondrán de un sofisticado sistema de iluminación que mediante 'leds' de colores permitirán cambiar «la imagen y sensaciones» de las mismas. Lo mismo reproducirán el agua turquesa «del Caribe que el azul intenso del Atlántico» o colores vivos que estimulen las actividades acuáticas que se podrán ojear desde la sala de ciclo 'indoor', donde se ofrecerán clases de aerobic, aquagym, circuitos express, up pump, pilates o yoga.


Con vistas a las piscinas, cuya zona se completará con un gran baño turco y saunas acristaladas, además de duchas especiales, el área deportiva incluirá también salas de cardio y musculación. En total, ofrecerá más de 700 horas mensuales de actividades colectivas.


El vestíbulo donde los espectadores hacían cola y otras veces aprovechaban para fumar un pitillo en los descansos de las funciones se reconvertirá en un gran salón ambientado con música 'chill out'. Este 'gran salón' funcionará como punto de encuentro social en el que los socios lo mismo podrán charlar que navegar por internet u ojear «libros y revistas de arquitectura, fotografía y tendencias». Los responsables de UP Bilbao también están trabajando «un concepto de alimentación» que responda al lema de «comida sana, de calidad y rápida para el día a día».