Tecnología para 'proteger' oídos

Cada año se realizan en el Estado 800 operaciones de implantes cocleares, un producto sanitario de última tecnología que permite recuperar "en parte" la audición a personas sordas o con serias dificultades de escucha.

La delicada intervención exige a los cirujanos que la llevan a cabo una precisión "máxima" cuando manipulan sus herramientas en la región interna del oído del paciente.

¿Cómo lograr esa precisión milimétrica en la intervención, sin dañar la función auditiva durante la operación? En el centro de investigación de CEIT-IK4, ubicado en el Campus universitario de San Sebastián, tienen la respuesta. Un equipo de ingenieros del centro ha desarrollado una herramienta para operar el oído interno con una precisión "milimétrica" y sin deteriorar la capacidad auditiva de la persona operada.

"La Universidad de Navarra nos pidió una aproximación a la tecnología de implantes cocleares que hasta la fecha sólo hacían a pacientes con este hueso dañado de manera irreversible", explica, Mikel Echeverría, coordinador del proyecto.

Una tecnología, el implante coclear, cuya función es la de sustituir el órgano deteriorado ubicado detrás del tímpano por un "vector" de electrodos que se implanta en el propio hueso. El dispositivo convierte las ondas acústicas en impulsos "eléctricos" y con esta operación vuelve a "estimular" el nervio auditivo a personas sordas o con dificultades para escuchar.

La nueva herramienta ideada por este equipo de investigadores permite al cirujano aplicar este implante con la "seguridad" de que no dañará el órgano interno ni perjudicará la función auditiva de la persona operada.
Echevarría con el micromanipulador. | A. A.

Echevarría con el micromanipulador. | A. A.

"Hasta ahora, el profesional intervenía en el oído a pulso, con el riesgo grande de dañar las estructuras internas del hueso. Nuestra idea es darle mayor seguridad en la ejecución de las operaciones que realice al paciente", señala el responsable.

Para ello, la herramienta, denominada micromanipulador, consta de dos partes bien diferenciadas. La primera se ancla con un tornillo al hueso "temporal" del paciente -llamado también cóclea-, y sirve de "apoyo" al conjunto de piezas que van unidas entre sí a la otra herramienta.

Este instrumento permitirá al facultativo acometer el orificio en el hueso del paciente que le facilitará el acceso a la parte interna del oído. Finalmente, ambos instrumentos se acoplan en un único dispositivo cuya finalidad es la de configurar una ranura para dejar expuesto el hueso al cirujano para que actué sin hacer daño al oído interno del paciente.

Junto con este aparato,existe un segundo instrumento más móvil que va unido a una herramienta quirúrgica y será empleado para introducirlo en el canal auditivo. Configurada como una pequeña pieza metálica, proporcionará al cirujano una mayor "precisión" y "control" de su propio pulso en la intervención, al tiempo que atenuará las posibles vibraciones procedentes de la mano del facultativo, que durante la operación la mantiene en todo momento alzada.

"El micromanipulado confiere al cirujano unos movimientos más concretos y en la dirección adecuada para que frese la ranura", explica.

La aplicación efectiva de la herramienta no sólo beneficiara a los propios facultativos, que podrán operar a su paciente sin miedo a generarle un daño "irreparable" a su oído. Hasta la llegada de este pionero sistema la operación de implante coclear -que tuvo su primer intervención satisfactoria con la herramienta el pasado mes de enero-, solo era aplicada a personas con dolencias de audición profundas. Ahora también podrán acceder a esta tecnología las personas con una pérdida de sordera más leve.

"Hasta ahora, los cirujanos sólo entraban en este hueso cuando sabían que generan un daño que no era irreparable, pero no se atrevían con pacientes que no escuchan bien, por miedo a dañar el hueso", defiende.

Junto con la aplicación del aparato a los implantes cocleares, los responsables apuestan por que la herramienta pueda ser utilizada en cualquier tipo de intervención quirúrgica relacionada con problemas de audición. Los responsables esperan en el futuro darle utilidades como la de introducir células madre para regenerar el oído interno o liberar fármacos que ofrezcan la posibilidad de curar enfermedades.