María y Antonio, los reyes en el ranking de nombres jienenses

Mari Carmen García Martínez. ¿Le suena esos nombres y apellidos? Puede que tenga una vecina, una amiga o familiar que se llame así. Es posible, incluso probable, ya que se trata de los apellidos más comunes y del segundo nombre más asiduo en la provincia de Jaén, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Una de las mujeres que responde a este nombre es vecina de la capital jienense, que reconoce que ha estado envuelta en varias equivocaciones debido a la frecuencia de sus iniciales. «En una ocasión me llegó una carta en la que me comunicaba que tenía que hacer diverso papeleo referente a una finca que tenía en Carchelejo».

Mari Carmen se ríe cuando recuerda esta anécdota porque «fue un verdadero lío, ya que yo no tengo tierras». Tuvo que comunicarlo a la Gerencia Territorial de Catastro y «aún así no se fiaban mucho de lo que les decía».

El DNI fue el único que pudo demostrar el error que se había producido y hacer ver que era otra mujer la dueña de las tierras. Además, esta jienense reconoce conocer a más mujeres que este mismo nombre. «Hace poco supe que una chica de mi barrio se llamaba igual que yo».


Mari Carmen debe su nombre al gusto de sus padres, que prefirieron no llamar a sus hijas (su hermana se llama Inmaculada) como a su progenitora, Hilaria. Sin embargo, Antonio García Martínez (el nombre de varón y apellidos más habituales en Jaén) sí que le debe su nombre a su abuelo materno. «Antes la costumbre era la de bautizar a los nietos igual que a los abuelos», dice este bedmareño afincado en la capital jienense. Reconoce no haber vivido ninguna situación apurada debido a lo usual de sus apellidos, pero sí cuenta que se ha encontrado con más personas que se llaman exactamente igual que él, tanto en su pueblo natal como en otros puntos de la provincia.
De esta forma, el INE indica que el apellido más común en la provincia es el de García, con una frecuencia de 37,2 por cada mil habitantes (24.830 personas lo llevan en su DNI en Jaén). A éste le sigue Martínez, con 32,9 por cada mil y 21.931 personas que lo poseen. Muy cerca se encuentra López, con 32,5 por mil habitantes y un total de 21.674 personas. También muy comunes son Fernández (20 por cada mil), Ruiz (18,9 por mil), Moreno (18,2 por mil), Pérez, (16,8 por mil), Rodríguez (16,5 por mil), Jiménez (16,3 por mil) y González (14,8 por mil). Por debajo de los 10 por mil están también otros como Gómez, Muñoz, Torres, Molina, Ortega, Garrido, Serrano o Díaz.


El caso de Antonio

En cuanto a los nombres, hay que diferenciar entre los de varón y de mujer. En el primer caso, predomina de forma importante el de Antonio, con 64,8 por cada mil habitantes, seguido de Francisco (53,9), Manuel (53,8), José (46,6), Juan (39,8), Pedro (23,6), Miguel (18,4), Rafael (16,8) y Francisco Javier (15,4). En el caso de las féminas, los más habituales son María (39 por mil), Mari Carmen (33,4), Francisca (27,8), Carmen (26,9), Antonia (26), Dolores (24,7), María Dolores (24,4) y Josefa (24,1).

Sin embargo, ¿han sido estos nombres siempre los más usados por los progenitores para sus hijos o la tendencia ha cambiado? Según los datos del INE, podemos comprobar que antes de los años treinta seguían teniendo mucho tirón Antonio (98), Francisco (91,7 por mil) o José (84,5 por mil). Entre las mujeres, predominaba también María (62,9 por mil), pero se situaba detrás Dolores (49,7) y Carmen (49).
Estos mismos son los más encontrados en las décadas siguientes, con algunos cambios apenas perceptibles. Sin embargo, se notan ciertas variaciones al llegar a la década de los ochenta, cuando se cuela por primera vez entre los preferidos el nombre de Rocío (29), que hasta el momento no había sido muy utilizado, al igual que ocurría con David (29,1). Es al llegar los años noventa cuando se experimenta una revolución. Para los niños, aparte del siempre predominante Antonio y Manuel, surge ahora Jesús, David, Sergio o Daniel entre los primeros puestos. Para las chicas, sigue en posición dominante María, pero también comienzan a ser muy habituales Cristina, Laura, Rocío, Ana o Marta.

Revolución en el siglo XXI

En la década de 2000 se produce el desbancamiento del nombre varón que había sido el más utilizado durante todo el siglo XX para dejar paso a Alejandro, seguido por Álvaro. Sólo al llegar al tercer puesto encontramos al hasta entonces favorito, Antonio, mientras que detrás están Javier, Manuel, David, Jesús, Adrían, Pablo, Daniel, Juan, Sergio y Francisco, este último mucho menos utilizado ahora, colocado en la decimotercera posición. En lo que respecta a las niñas, sigue siendo el preferido por los padres el de María en primer lugar, aunque como se ha mencionado anteriormente, también se decantan en gran medida por Lucía, Laura, Marta, Elena, Alba, Ana, Paula, Rocío, Nerea, Irene o Natalia. Carmen queda relegado al decimotercer lugar.