Aconsejan desayunos con pocos hidratos de carbono y más grasa

Aquella premisa de desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un pobre (y que suele definir bien la dieta anglosajona) encuentra aval científico. De hecho puede ser el mejor consejo a seguir para prevenir el síndrome cardiometabólico, según un estudio Universidad de Alabama, en Birmingham, Estados Unidos.

El síndrome metabólico se caracteriza por obesidad abdominal, triglicéridos altos, resistencia a la insulina y otros factores de riesgo de enfermedad cardiovascular. El estudio, publicado el martes en la edición electrónica del International Journal of Obesity, examinó la influencia ejercida por el tipo de alimentos y el momento específico de la ingesta sobre el desarrollo de las características del síndrome metabólico en ratones.

La investigación reveló que los ratones alimentados con una desayuno rico en grasa después de despertar registraba después perfiles metabólicos normales. En contraste, los ratones que comieron una dieta más rica en carbohidratos en la mañana y consumían una cena más grasa al final del día vieron un incremento de peso, mayor tendencia a la obesidad, intolerancia a la glucosa y otros marcadores del síndrome metabólico.